Navidad y fútbol: valores que se van perdiendo
La Navidad representa, en muchas culturas, un momento de pausa, reflexión y reencuentro con valores fundamentales: respeto, solidaridad, compromiso, responsabilidad y visión de futuro. Es una época que invita a mirar más allá de lo inmediato, a pensar en el otro y a evaluar el camino recorrido. Sin embargo, cuando trasladamos esta reflexión al fútbol formativo —y en particular al fútbol femenil— surge una pregunta incómoda pero necesaria: ¿realmente estamos formando desde los valores que decimos defender?
En el fútbol actual, cada vez más acelerado y expuesto a la inmediatez de las redes sociales, los valores que deberían sostener los procesos formativos parecen diluirse. La urgencia por ganar, por figurar, por “ser visto”, ha desplazado conceptos esenciales como la paciencia, la planeación y el desarrollo a largo plazo. La Navidad, lejos de ser solo una fecha simbólica, se convierte en una oportunidad para cuestionar el rumbo que está tomando el fútbol desde sus bases.
El fútbol como espacio formativo: una promesa que se debilita
Durante décadas, el fútbol ha sido presentado como una herramienta de formación integral. Se habla de su capacidad para enseñar disciplina, trabajo en equipo, resiliencia y respeto. Sin embargo, estas virtudes no se generan de manera automática; dependen directamente de cómo se estructura el proceso y de quiénes lo dirigen.
Cuando el fútbol formativo se reduce a entrenamientos improvisados, competencias sin sentido pedagógico y decisiones tomadas desde la urgencia, el mensaje que reciben las jugadoras es contradictorio. Se les pide compromiso, pero no se les ofrece estructura. Se les exige resultados, pero no se les brinda acompañamiento. Se habla de valores, pero se actúa desde la conveniencia.
La pérdida de la paciencia como valor central
Uno de los valores más erosionados en el fútbol formativo es la paciencia. La Navidad nos recuerda que los procesos importantes requieren tiempo: crecer, aprender, madurar. En contraste, el fútbol moderno empuja a las jugadoras a demostrar resultados inmediatos, muchas veces antes de estar física, emocional o técnicamente preparadas.
Esta prisa constante provoca:
Procesos incompletos.
Abandono temprano del deporte.
Frustración en las jugadoras.
Desvalorización del aprendizaje.
Formar implica entender que cada etapa tiene su ritmo y que acelerar los procesos no los mejora, solo los debilita.
El valor del compromiso: discursos que no se sostienen
En Navidad se habla de compromiso con la familia, con la comunidad, con el otro. En el fútbol, el compromiso debería reflejarse en la coherencia entre lo que se promete y lo que se ofrece.
Sin embargo, es frecuente observar:
Proyectos sin continuidad.
Equipos que desaparecen tras una temporada.
Procesos selectivos improvisados.
Falta de seguimiento al talento detectado.
Este tipo de prácticas envía un mensaje claro: el compromiso es circunstancial. Cuando el fútbol deja de ser un espacio confiable, pierde su valor formativo y se convierte en un entorno de paso, no de construcción.
Respeto: un valor que comienza desde la estructura
El respeto no solo se enseña con palabras, sino con decisiones. Respetar a las jugadoras implica respetar su tiempo, su esfuerzo y su desarrollo. No se puede hablar de respeto cuando:
Se cambia de formato constantemente.
Se convoca sin claridad.
Se improvisan competencias.
Se minimiza la preparación del cuerpo técnico.
En Navidad se refuerza la idea del respeto mutuo. En el fútbol, este valor debería traducirse en estructuras claras, reglas justas y procesos transparentes.
La solidaridad frente al individualismo competitivo
El espíritu navideño promueve la solidaridad, el pensar en colectivo. El fútbol, por definición, es un deporte colectivo, pero en la práctica formativa se ha desplazado hacia un individualismo competitivo: quién destaca más, quién es convocada, quién aparece en la foto.
Esta lógica rompe el tejido formativo y transforma el desarrollo en una carrera desigual, donde muchas jugadoras quedan fuera no por falta de talento, sino por falta de oportunidades.
Recuperar la solidaridad en el fútbol implica entender que el crecimiento del deporte depende del crecimiento de todas, no solo de unas cuantas.
La responsabilidad de los adultos en el entorno futbolístico
La Navidad también es un recordatorio del rol de los adultos como guías. En el fútbol formativo, entrenadores, directivos y asociaciones tienen una responsabilidad que va más allá del resultado deportivo.
Cada decisión tomada desde la improvisación, el ahorro o la comodidad tiene consecuencias directas en la formación de las jugadoras. Cuando los adultos priorizan la urgencia sobre el proceso, están enseñando que los valores son secundarios.
Valores que se dicen, pero no se practican
Uno de los grandes problemas del fútbol formativo actual es la distancia entre el discurso y la acción. Se habla de:
Formación integral.
Desarrollo humano.
Inclusión.
Igualdad de oportunidades.
Pero en la práctica, muchas estructuras operan desde la exclusión, la prisa y la informalidad. La Navidad pone en evidencia esta contradicción: no basta con hablar de valores, hay que vivirlos.
Recuperar el sentido formativo del fútbol
Navidad y fútbol comparten una idea central: ambos deberían ser espacios de encuentro, aprendizaje y crecimiento. Para recuperar los valores perdidos, es necesario:
Volver a planificar a largo plazo.
Priorizar el desarrollo sobre el resultado.
Invertir en estructuras formativas.
Evaluar procesos, no solo marcadores.
Entender que formar personas es tan importante como formar jugadoras.
La Navidad nos invita a detenernos y reflexionar. En el fútbol formativo, esta reflexión es urgente. Los valores que se van perdiendo no desaparecen de golpe; se diluyen cada vez que se improvisa, se acelera o se minimiza la formación.
Recuperar esos valores no es un acto simbólico, sino una decisión estructural. El fútbol tiene el potencial de formar mejores deportistas y mejores personas, pero solo si se alinea con los principios que dice defender.
Que la Navidad no sea solo un mensaje bonito, sino el recordatorio de que sin valores, no hay proceso; y sin proceso, no hay futuro.
Fuentes de consulta
FIFA. Football for Schools Programme.
FIFA. Women’s Football Development Strategy.
UEFA. Grassroots Charter & Values in Football.
UNESCO. Sport and Values-Based Education.
Côté, J., & Gilbert, W. (2009). An integrative definition of coaching effectiveness.
Balyi, I., Way, R., & Higgs, C. Long-Term Athlete Development Model.
Bailey, R. et al. (2013). Physical education and sport in schools: A review of benefits.
Federación Mexicana de Fútbol (FMF). Manual del Sector Amateur.
UNICEF. Sport for Development and Peace.
IOC. Olympic Values Education Programme.