Desapego y responsabilidad: el verdadero salto formativo en categorías Sub9 y Sub11

En el fútbol infantil, especialmente en categorías Sub9 y Sub11, existe un factor silencioso que puede acelerar —o frenar— por completo el crecimiento de una niña futbolista: el nivel de responsabilidad que sus padres le permiten asumir.

Las jugadoras de estas edades ya entrenan, compiten, escuchan indicaciones, aprenden sistemas de juego y desarrollan técnica. Pero hay un elemento que no se enseña en la cancha, sino en casa: el desapego sano, es decir, la capacidad de soltar y dejar que la niña tome decisiones, resuelva problemas, gestione emociones y viva experiencias sin supervisión parental inmediata.

Para muchos padres esto es difícil de aceptar. No porque duden del talento de sus hijas, sino porque subestiman su capacidad de autonomía. Sin embargo, la ciencia del deporte y el desarrollo infantil es clara: las niñas que asumen responsabilidades reales fuera de la cancha muestran mayor seguridad, capacidad de decisión y fortaleza emocional dentro de ella.

La importancia del desapego en el deporte infantil

El concepto de “desapego” no significa desinterés ni abandono. Significa permitir que la niña crezca, se equivoque y se fortalezca.
Significa confiar.

En el deporte formativo, el desapego tiene beneficios alineados con el desarrollo cognitivo y emocional infantil:

Construye autoconfianza

Cuando una niña sabe que puede:

  • organizar su uniforme,

  • arreglar su maleta,

  • levantarse sola,

  • presentarse en tiempo en el desayuno,

…entonces comienza a sentirse capaz en otros ámbitos. Esa seguridad se traslada al juego: toma mejores decisiones, duda menos, se atreve más.

Fomenta el autocontrol emocional

La regulación emocional —clave en partidos importantes— mejora cuando la niña puede enfrentar situaciones sin depender de un adulto a su lado.

Desarrolla resiliencia

El fútbol está lleno de momentos difíciles: errores, fallas, derrotas. Si la niña vive todo bajo la supervisión directa del padre o la madre, desarrolla una dependencia emocional que la vuelve frágil en competencia.

La delegación de responsabilidad: un acto de amor

Muchos padres creen que ayudar en todo es proteger. Pero en términos formativos, sucede lo contrario. Cuando los adultos resuelven de más, la niña aprende a confiar menos en sí misma.

Delegar responsabilidad en estas edades significa:

  • Dejar que organicen su mochila deportiva.

  • Permitir que sean ellas quienes lleven control de sus horarios.

  • Animarlas a que sean ellas quienes pidan un balón o pregunten algo a un entrenador.

  • Soltarlas en las concentraciones del equipo (hotel, áreas comunes, comidas).

  • Enseñarles a ser cuidadosas sin vigilarlas a cada segundo.

Una anécdota real: cuando el apego nos costó la concentración (y el pase)

En un torneo reciente con nuestras categorías menores, las niñas Sub9 terminaron su partido que definía el pase a cuartos de final. Empataron. Venían penales.

El equipo debía:

  1. reunirse,

  2. mantenerse concentrado,

  3. regular respiración,

  4. escuchar la charla final,

  5. prepararse mentalmente.

Pero al sonar el silbatazo final, todas corrieron hacia sus papás. En segundos se había roto toda la concentración emocional del equipo. La transición mental del partido a los penales nunca ocurrió. Lo que debía ser un momento de orden y estructura se convirtió en uno de dispersión.

Perdimos la serie.

No por falta de talento. No por falta de entrenamiento. Sino por exceso de apego exterior y ausencia de autonomía interior.

A veces los padres creen que el abrazo inmediato es apoyo. En realidad, en ese momento específico —justo antes de los penales— lo que la niña necesitaba era su equipo, no su familia.
Ese instante debía ser suyo, no prestado.

Lo que muestra la evidencia científica

Desarrollo de autonomía (6–12 años)

Estudios en psicología del desarrollo muestran que los niños que practican resolución autónoma de problemas presentan mayores niveles de seguridad personal.
*Fuente: American Psychological Association (APA), “Autonomy and Childhood Development”, 2021.

Relación entre autonomía y rendimiento deportivo

La teoría de la Autodeterminación (Deci & Ryan) demuestra que la autonomía es un predictor directo del rendimiento deportivo, motivación y resiliencia en jóvenes atletas.
*Fuente: Ryan, R.M. & Deci, E.L., “Self-Determination Theory and Sport Performance”, 2017.

Impacto del parental overinvolvement

La participación excesiva de los padres produce ansiedad, dependencia y menor control emocional en competencia.
*Fuente: Knight, C., “Parenting in Youth Sport: Overinvolvement and Athlete Anxiety”, Journal of Sport Psychology, 2019.

La socialización independiente (como concentraciones en hoteles)

Experiencias de autonomía supervisada —como dormir sin padres, elegir alimentos o moverse en áreas comunes guiadas por adultos responsables— ayudan a desarrollar madurez y autocuidado.
*Fuente: Child Development Institute, “Independent Socialization in Middle Childhood”, 2020.

Cómo se refleja en la cancha

La niña que tiene responsabilidad:

  • escucha mejor.

  • resuelve más rápido.

  • toma decisiones sin miedo.

  • mantiene la calma.

  • sigue instrucciones sin supervisión constante.

  • se siente dueña de su proceso.

La niña que no la tiene:

  • pide aprobación antes de actuar.

  • se quiebra emocionalmente ante la presión.

  • se distrae con facilidad.

  • depende de su papá o mamá para regularse.

  • pierde foco en momentos cruciales.

Consejos prácticos para los padres

1. Crea rutinas de responsabilidad en casa

Que la niña prepare sola:

  • uniforme.

  • tenis.

  • espinilleras.

  • termo.

  • maleta.

  • snacks permitidos.

2. En concentraciones: permite supervisión del cuerpo técnico

Los entrenadores están preparados para manejar grupos infantiles. Tu presencia constante solo genera dependencia.

3. Antes y después del partido, observa sin intervenir

El abrazo puede esperar 10 minutos.

La concentración no.

4. Evita resolver conflictos por ella

Si pierde un calcetín, si cometió un error o si no recuerda la hora, acompáñala… pero no resuelvas. Enséñale a resolver.

5. Refuerza el orgullo, no la dependencia

Frases útiles:

  • “Confío en ti.”

  • “Tú puedes.”

  • “Resuélvelo como tú creas mejor.”

  • “Estoy aquí para apoyarte, no para hacerlo por ti.”

El fútbol infantil no solo forma jugadoras: forma mujeres fuertes.
La autonomía que una niña adquiere hoy será la seguridad que mostrará mañana en la cancha, en la escuela y en la vida.

La pregunta no es si está lista.
La pregunta es si los adultos estamos listos para dejarla crecer.

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